¿Por Qué Usar Roscas Plásticas en una Marina Flotante?
En el entorno marino, donde el agua salada y la humedad son constantes, la elección de los materiales adecuados es clave para garantizar la durabilidad y el bajo mantenimiento de cualquier estructura flotante. Uno de los aspectos menos visibles pero más importantes en este contexto es el tipo de roscas utilizadas en los sistemas de ensamblaje.
En Atlantifloat, optamos por roscas plásticas en nuestras marinas flotantes, y a continuación te explicamos por qué esta elección hace una gran diferencia.
Evitan la Corrosión Galvánica
La corrosión galvánica ocurre cuando dos metales diferentes entran en contacto en un ambiente húmedo o salino, generando una reacción electroquímica que deteriora el metal menos noble. Esta reacción es común en estructuras metálicas expuestas al agua de mar, y puede comprometer seriamente la resistencia estructural con el tiempo.
Al utilizar roscas plásticas, se elimina el contacto entre metales, rompiendo el circuito que da origen a este tipo de corrosión. Esto se traduce directamente en una estructura más duradera y confiable.
Beneficios de las Roscas Plásticas
Resistencia total a la corrosión: No reaccionan con el agua salada, lo que extiende la vida útil de la marina.
Mantenimiento mínimo: No requieren pintura, tratamientos especiales ni revisiones constantes.
Ligereza: Su bajo peso facilita la manipulación, el transporte y la instalación de los módulos.
Compatibilidad con otros materiales: Se integran fácilmente sin riesgo de dañar otros componentes.
Una Solución Inteligente y Duradera
El uso de roscas plásticas es una solución técnica inteligente que aporta seguridad, durabilidad y eficiencia al diseño de nuestras marinas. Además, reduce costos a largo plazo al minimizar reparaciones y reemplazos por corrosión.
En Atlantifloat, cada detalle cuenta. Y las pequeñas decisiones, como el tipo de rosca, hacen grandes diferencias en el rendimiento global del sistema.